Buscaba un recurso que me permitiese trabajar además de la clasificación de colores, principalmente la motricidad fina, coordinación óculo-manual y la fuerza muscular, ¡y aquí lo entré!
Se trata de una caja forrada y con unas ranuras realizadas con cúter para poder insertar depresores de colores, de tal forma que encajen muy ajustados y sea necesario emplear un poco de fuerza para introducirlos y sacarlos. cada ranura la situé en un color diferente para poder clasificar los depresores en función de este criterio.
Después de jugar un rato a introducir cada depresor en su lugar, verbalizando su color correspondiente, introduje una nueva variable, el dado de los colores. Ahora sólo podíamos sacar el depresor del mismo color que nos salía en el dado, pero,... ¿qué ocurre si en la caja ya no hay más de ese color? Pues deben pedírselo a la seño, pero como me gusta que me quiten mis cosas quiero llevar muy bien la cuenta de cuántos depresores me están quitando. De esta manera, se convirtió en una actividad matemática de conteo. Así contábamos cuántos quedaban de cada color, cuántos tenía la seño y cuántos la caja, cuántos tenía la seño en total y cuántos quedaban al quitarle los que salían en el dado,..
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