Esta semana El Monstruo de Colores nos ha traído un regalo especial,: botes de la calma.
Uno de los objetivos de este proyecto es que los niños y niñas sean capaces de identificar y expresar sus emociones, pero también que sean capaces de controlarlas, ya que "Es más fácil construir niños fuertes, que reparar adultos rotos" (Frederick Douglas)
Por este motivo, intentamos a partir de cada bote de emociones que presentamos introducir elementos que permitan a nuestro alumnado expresar y controlar los sentimientos o reacciones que acompañan a cada emoción, dotándolos así de estrategias que les permitan canalizar los mismos.
Cuando introducimos la tristeza, aportamos junto al bote una tela de color azul. Esta tela la emplean cuando están tristes y necesitan expresarlo, aunque no les apetezca hacerlo verbalmente, cuando necesitan esconderse y tener un momento de soledad y reflexión,... ha sido un recurso con una aceptación maravillosa y nos ha puesto de manifiesto otra necesidad... Seño, necesita relajarse,... pero la capa no sirve...Necesitamos algo para calmarnos cuando estamos enfadados o nerviosos!!
Y así fue como se me ocurrió que el monstruo de la calma nos regalara estos botes para cuando estamos nerviosos o enfadados.
Los botes de la calma son una herramienta que ayuda al niñ@ a relajarse, tranquilizarse cuando están nervios@s o enfadad@s y su ritmo cardíaco es muy rápido. Al observar como la purpurina va cayendo lentamente o como se mueven los diferentes elementos que hay dentro de ellos, ayudan a controlar su respiración, la concentración, y por tanto, a volver a un estado de calma.
Estos botes los he realizado diferentes unos de otros. Cada uno con unos elementos o colores distintos.
Materiales:
- Botellas de plástico transparentes, sin etiqueta.
- Agua templada.
- Bote de purpurina (en este caso verde como la calma)
- Colorante alimentario.
- Diferentes elementos para hacer manualidades : estrellitas, lentejuelas, pompones, peces, dados, letras,...
- Aceite para bebés.
Proceso:
1. Introducimos agua en la botella, algo más de la mitad. El agua no debe estar fría para que se disuelvan bien el resto de elementos.
2. Introducir la purpurina o colorante y mezclar bien hasta que quede homogéneo.
3. Añadir el aceite de bebés. La cantidad dependerá del efecto que queramos crear. En otros casos no se ha añadido aceite y se ha elaborado el bote sólo con agua, como es el caso del bote que contiene pequeños pompones de colores. También se puede sustituir el aceite por pegamento escolar, pegamento con purpurina, jabón, gomina o glicerina.
4. Añadir los diferentes elementos de manualidades. Yo he añadido variedad para trabajar también el vocabulario, letras del abecedario, jugar a buscar los diferentes elementos que contiene el bote,...
5. Sellar los tapones de las botellas con silicona, para evitar que se abran.
Ha sido un recurso que les ha encantado, ya empiezan a emplearlos de forma autónoma y los hemos dejado en el Rincón del Monstruo para que estén disponibles cuando los necesiten o simplemente por el mero placer de jugar con ellos a la hora de los rincones.
Lo mejor de todo, es que cada un@ de ell@s quiere un bote para la casa, pero... ¿Cómo lo habrá construido El Monstruo de Colores? La seño no tiene ni idea, así que ya hemos empezado a elaborar nuestras hipótesis, por lo que presiento que de esta actividad surgirá otra muy interesante!!
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