Hace tiempo que estamos trabajando en nuestras normas de aula, y por fin, ¡están terminadas!
Me gusta que, a la hora de trabajar las normas de convivencia, estas partan de los niños y niñas, de sus intereses y necesidades, y que ellos y ellas sean conscientes de su necesidad, así como participen de forma activa en la elaboración de las mismas, que las hagan propias.
Así que, después de dar muchas vueltas a cómo planificar la situación que dé lugar a ellas, la idea surgió tras la lectura, por parte de una compañera de prácticas en el cole, del cuento de "El mono Moncho", el día de la Constitución. El Mono Moncho era muy travieso y hacía muchas trastadas, así que, a los niños y niñas de su clase se les ocurrió enseñarle cómo debía comportarse, para convivir en armonía. Así, al final del cuento, la compañera iba exponiendo, por cada trastada que hacía Moncho, la norma que le recordaba cómo debía comportarse mejor.
El cuento les encantó, y al finalizar el cuento, algunos niños y niñas de la clase comentaron que nosotros no teníamos las normas escritas como Moncho, y por eso se nos olvidaban, así que surgió la idea,...¿Y si las escribimos para recordarlas mejor?
A mí me pareció una idea estupenda (era el momento que estaba esperando), y como en mi cabeza, este curso, tenía en mente realizar las normas de aula con imágenes de los niños y niñas, encontré la motivación perfecta.
En primer lugar, ese día, empezamos por hacer una lista con las normas que creíamos que eran las más importantes. Así cogimos un folio A3 y entre todos y todas, en la asamblea, fuimos dando turno de palabra y escribiendo (esta vez escribí yo, con ayuda de ellos y ellas, quienes me iban diciendo las letras, así como releyendo de forma colectiva) las normas que considerábamos más importantes, justificándolas y argumentándolas.
Pero,... llegó la hora del patio y, como ya habíamos escrito bastantes, decidí dar por finalizada la actividad,... finalizada estaba para mí, pero mi alumnado no pensaba igual, así que, para mi sorpresa, cuando llegamos del patio, en un momento en el que yo no estaba mirando la pizarra con el folio escrito, ellos y ellas, escribieron mucho, mucho, pero que mucho más,... tanto por delante, como por detrás. Esa es la magia de Infantil, cuando los niños y niñas están motivados, surgen estas maravillas.
Así, las pusimos en un lugar desde el que la viésemos bien, para poder recordarlas cuando lo necesitáramos, y dado que, llegó el puente y tras este varias actividades relacionadas con las vacaciones de Navidad, no fue hasta el inicio del Segundo Trimestre cuando retomamos esta propuesta.
Así en enero, un día, les llevé a clase varias fotos de ellos y ellas que había hecho unos días antes, relacionadas con las normas de aula, y así fue como estuvimos viéndolas y comentando qué estaban haciendo en esa foto (en una, dos niños y niñas abrazados y en otra una niña pidiendo silencio). De esta forma, llegaron a la conclusión que eran fotos de los niños y niñas respetando las normas del aula, pero que, al ver la lista que hicimos antes de Navidad, faltaban muchas fotos. Y, como todos y todas querían hacerse una foto, ese día lo dedicamos a hacernos fotos respetando las normas del aula, las que consideraron más importantes, o las que el tiempo nos permitió, mejor dicho, porque si por ellos y ellas fuese, aún estaríamos haciendo fotos y escribiendo normas jeje
A la hora de elaborar las normas he intentado tener en cuenta:
- Propuestas por los niños y niñas. Que sean los protagonistas, no meros partícipes, es lo más importante.
- Enunciadas en positivo, ya que lo que pretendemos es ofrecerles la alternativa o mensaje del hábito, valor que queremos alcanzar, u ofrecer la alternativa al conflicto.
- Escritas en mayúscula, ya que estamos en el inicio del proceso lectoescritor.
- Frases cortas y concisas, que expresen claramente lo que se pretende conseguir.
- Poca cantidad de normas, pero claras y sencillas.
-Lenguaje adaptado a su edad y, sobre todo, los enunciados relacionados con retahílas o frases a las que hacemos referencia diariamente en clase, para que les sea más fácil de asimilar ( por ejemplo, la empleada para recoger los juguetes o para cuidar a los amigos y amigas, se corresponden con canciones y retahílas que empleamos normalmente en el aula, en estos momentos o situaciones)
- Normas específicas, relacionadas con momentos puntuales e importantes del aula (como asamblea o rincones), en los que el respeto de las normas de convivencia e intercambio son fundamentales para ofrecer más autonomía a mi alumnado.
- Lo importante será la imagen de los niños y niñas, por lo que el fondo o decoración debe ser sencillo.
Respecto a las fotografías, las he editado con PicCollage, poniéndole e título o pie de foto que se corresponde con la norma y de nuevo las hemos llevado a clase para revisarlas, recordarlas y decidir dónde las íbamos a situar.
Me han encantado la actividad, LES HA ENCANTADO la actividad. Se han sentido protagonistas y, nunca pensé, que las normas del aula les harían tanta ilusión. Ha sido un trabajo largo en el tiempo pero que, sin duda, ha merecido la pena. De hecho, han surgido algunas normas nuevas, que están en proceso de elaboración.
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