Con motivo del Día 25 de noviembre, Día contra la Violencia Machista, hemos decido reflexionar sobre la importancia de enseñar a nuestro alumnado a decir y respetar un NO por respuesta.
Enseñamos a los niños y niñas a solucionar los problemas a través del diálogo, pidiendo "perdón", compartir, decir "lo siento"... pero, enseñamos a decir lo que no nos gusta, ¿estamos realmente educados, tanto pequeños como adultos en el poder de decir NO?, ¿Educamos a los niños y niñas que sufren una agresión a expresar cómo se sienten, lo que nos les gustan que les hagan o les digan, sin sentirse avergonzados o cohibidos? Personalmente, considero que es una parte de la Educación Emocional que normalmente se nos escapa, o pasamos de puntillas, y cuando somos adultos, nos encontramos en situaciones en las que negar una acción o expresar que algo no nos gusta, nos hace sentir mal. Y no solo eso, sino que tampoco estamos acostumbrados a que nos digan NO, por lo que, en ocasiones, no somos capaces de respetar un NO por respuesta, lo cual, es fundamental.
Por eso, en clase hemos propuesto una dinámica muy interesante, hemos integrado, como parte de nuestra aula, el NO. Así, un "Por favor, NO me gusta que,..." pasará a formar parte de nuestras palabras mágicas, invitando al diálogo y la reflexión en los conflictos que surjan.
en primer lugar, hemos reflexionado juntos sobre la importancia de expresar aquello que no nos gusta, y lo hemos comunicado en voz alta. Hemos hablado de la importancia de respetar a los demás cuando nos dicen NO y hemos intentado ponernos en el lugar de alguno de los ejemplos dados. Posteriormente, cada niño y niña ha escrito en un papel aquello que NO le gusta que le hagan o digan (siendo muy interesantes sus aportaciones). Una vez escrito, lo hemos leído en voz alta (para que también la seño lo trascriba) y lo hemos pegado en nuestro mural de la palabra NO (pintado previamente), siguiendo el trazo de la letra.
Así, hemos dialogado sobre la importancia de expresar aquello que no nos gusta o no nos apetece, y este mural formará parte de nuestra aula, para poder recurrir a él cada vez que lo necesitemos, y nos ayude así, a expresar nuestros sentimientos y deseos, así como a resolver conflictos.
"NO me gusta que me griten"
"No me gusta que me tiren del pelo"
"No me gusta que me peguen en el culito"
"No me gustan que me den una patada"
Este ha sido el resultado final. Una actividad tan interesante, como necesaria.
¡Espero que os guste!
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